Las parcas distraídas


«A estas mujeres las he descubierto en los libros, los periódicos, entre la gente que frecuento todos los días por las calles. Me hablan, me aconsejan, me conmueven y me piden pensar»

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Exposición


Las parcas, hilanderas trabajadoras, unas veces jóvenes risueñas, otras, severas viejas, llevan nuestro Fatum (destino) en sus hábiles manos y sus brillantes tijeras. Sus lanas se tornan negras en la desgracia y doradas en las alegrías de los nacimientos.

Las imagino entre nosotros, en las fábricas, en las maquiladoras clandestinas donde se confecciona la ropa que llevamos puesta. Y ellas, las que ahí trabajan, son las nuevas parcas, pero sin los poderes de decisión sobre el destino, cumpliendo horarios extenuantes por salarios míseros.

Su figura es la forma poética que utilizo para hablar del incesante trabajo de las mujeres. Quisiera creer que Clotos, Láquesis y Átropos se distraen de vez en cuando de sus labores y se van de paseo a disfrutar de la naturaleza y el sol. En ese momento pasa la luz entre las ramas, los matrimonios, los descubrimientos científicos y tal vez los eclipses.

Otro personaje que me interesa como símbolo del destino es »La hija de Rapaccini» de la obra literaria de Nathaniel Hawthorne, mitad mujer, mitad flor. Me maravilla e indigna de la misma manera: ¿un hombre, un padre, un maestro deciden la clase de creación que seremos?

Entre mis inquietudes también aparece Salomé, a quien represento de forma humorística llevando la cabeza de Juan el Bautista en una mano y unas cebollas de guarnición en la otra.

Mis personajes cocinan, se casan, corren apuradas, se muestran orgullosas como niñas vampiro o lucen coquetas su vejez.

El ámbito doméstico del cual ninguna escapa, da la pauta para analizar la vida desde diversos ángulos tanto poéticos como cotidianos.

A estas mujeres las he descubierto en los libros, los periódicos, entre la gente que frecuento todos los días por las calles. Me hablan, me aconsejan, me conmueven y me piden pensar.

En este momento tan difícil para ser mujer en nuestro país, aprovecho la distracción de las Parcas para tejer, con los hilos que me han tocado en suerte, estas imágenes que hablan de la mujer en sus aristas terribles, nobles, divertidas e inesperadas.

¿Nos identificaremos con alguna?

Ángela Aldama


Violinista de profesión, se ha desarrollado paralelamente como fotógrafa y pintora, desde hace hace más de 20 años. Ha participado en varios talleres de diversas técnicas pictóricas en el Museo de Arte Moderno y Museo de San Carlos: óleo, acuarela, pintura matérica y pintura al temple; con maestros como Patricia Soriano y Gilberto Aceves Humana. También fue alumna del taller de fotografía Selenium del maestro Daniel Mendoza Alafita. Ha realizado carteles de teatro, programas de mano de conciertos y el diseño y realización del arte del del teatro de sombras para la puesta en escena Destrozado.

Fue presentadora de libros y tallerista para Fondo de Cultura Económica. De manera independiente ha realizado y editado: Poemas en retoño, conjuntamente con Fernando Aldama, (2016) y Abelardo Tuberósum (2012), una papa ilustrada. Exposición individual en la centro cultural Futurarte (2000).

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