Anacronía que late y se expande como estela de fuego


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Exposición


El color se barre, se escurre, se empasta, se niega a ser oscuro. La luz lucha por salir y se traduce en rosas, amarillos, ocres, naranjas, verdes y azules. Las formas emergen entre la abstracción, esa lucha-integración constante que vemos en las obras de Yvonne Limón se hace presente una vez más, pero ahora con mayor fuerza, con elementos mucho más perceptibles al ojo que en su obra anterior.

Resulta interesante como, a la distancia, la artista regresa a sus orígenes, a aquellos días de academia; esta vez, toma prestados elementos de los grandes maestros del arte: Miguel Ángel, Rembrandt, Da Vinci y Velázquez que se hacen presentes y conviven con los propios elementos de la artista. Es aquí donde se establece la anacronia, esa mezcla de lo pasado con lo moderno.

En varios de sus cuadros percibimos un claro homenaje a Da Vinci, imposible no reconocer sus estudios de retratos o anatomía. Al mismo tiempo, estos cuadros nos hace recordar la manera en que el italiano jugaba con la atención del espectador, obligándonos a buscar elementos adicionales, algo que descubrir en la obra, en este caso un paisaje, apenas insinuado en lo alto de una pintura, una silueta que apenas se insinúa, una mirada o expresión que atrae al espectador.

En los cuadros dedicados a homenajear a Velázquez vemos detalles de varias de sus obras; sin embargo, el tratamiento es completamente a la manera de la artista. Limón es experta en diseccionar las figuras y exaltar los detalles, como las expresiones en los rostros o la mano que sostiene la botella de cristal. El color es otro elemento que hay que señalar en estos cuadros, porque si hay algo que le da personalidad a las obras de Yvonne Limón es justamente el color y la forma en que lo trabaja. El color sufre una transformación; esta vez los cafés, negros y ocres, constantes en su obra, ceden paso al azul, verde, rosa y amarillo, en empaste o accidente controlado, estos colores guían el ojo del espectador para apreciar los elementos que la artista representa en cada una de sus pinturas. La colección incluye otras obras en las que vemos el estilo al que la artista nos tiene acostumbrados, lo urbano, lo tecnológico, el hombre, lo irreal, lo onírico se mezclan en varios de sus cuadros, es ahí donde vemos a la alquimista del arte que es Limón, elementos que parecen no tener sentido invaden sus lienzos y nos llevan a la reflexión entre el interior y el exterior no sólo físico, sino emocional de la artista, es esa lucha que se establece en su mente durante su proceso creativo.

Si bien es cierto que percibimos una nueva etapa en la producción de la artista, también es cierto que ha logrado crear ese sello propio, eso que nos permite identificar y reconocer su estilo, que se traduce en la forma en que se manejan los materiales, en la forma en que se domina la técnica plástica y también en el color que predomina en sus cuadros, en conjunto, la huella digital de un artista.

Josefina García

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